Sexo en la capital metalúrgica de América


La Nueva Oroya
Al caer la noche las mujeres toman por asalto la ciudad. Se visten o mejor dicho se desvisten, para cautivar a ilusos parroquianos que gastan su dinero en una noche de flirteo y placer. Esa es la moda en La Oroya. Eso es lo que más divierte. Eso es lo que todos buscan…
 
De La Oroya no se sabe mucho. No porque no sea importante o porque no haya nada que mostrar, sino porque nuestros educadores se limitan a enseñar lo necesario. Porque las autoridades hacen poco o nada por difundir sus bondades y atender sus necesidades, llegando incluso a ser más conocida fuera de nuestras fronteras que por los propios peruanos.
La Oroya es un pueblo con marcada influencia social y cultural de los Huancas y de los Wari. Ha sido declarada como Capital Metalúrgica del Perú y de Sudamérica, que la verdad no entusiasma, sino más bien preocupa. Sus más de 30 mil habitantes se envenenan día a día a través de gases que no son otra cosa que zinc, plomo, arsénico entre otros contaminantes arrojados a la atmósfera muy a pesar de los esfuerzos de la administradora del Complejo Metalúrgico para mejorar las condiciones de vida.

Se sabe además que es una ciudad de tránsito hacia la prospera Huancayo y punto de convergencia hacia la selva central. Que su clima polar doblega al más recio de los cuerpos y que está a 15 minutos del famoso Ticlio; el punto más alto de la cordillera en el tramo Lima – La Oroya. 
 
TRAJINANDO LA CIUDADla oroya 4[1]
Durante nuestra primera noche en medio de una fiesta costumbrista, -éramos un grupo de cuatro- los lugareños nos hablan de unos famosos “videos”. Pero nadie se detuvo con paciencia ceremonial para explicarnos de qué se trataba. Nadie excepto un anciano que apareció de la nada. “¡papai, uss-tedess se han viajado de mmuuuyyyy lijos!, por qué no vayate a los videos. En ahí hay un montón de chicas pa’ que se diviertan”, nos dice en lenguaje oroíno y a duras penas por los estragos del licor.
Nadie lo entiende. El viejo con los pantalones orinados insiste hasta explicarnos todo el rollo. Pero el cansancio y la altura nos vence y optamos por esperar hasta el día siguiente para saber por qué tanta fama de esos “vidios”.
Al día siguiente Magda una humilde mujer, de contextura débil mientras nos prepara el almuerzo nos cuenta que la vida es muy dura para ella. Es madre soltera con tres pequeños a cuestas. Su esposo se fue de la casa hace un año, cuando tenía tenía siete meses de embarazo de su último hijo. Menciona que su historia de dolor se repite en decenas de mujeres oroínas.
Se deprime hasta sentirse avergonzada en explicar por iniciativa propia los motivos de su suerte. Entiendo que busca una palabra de consuelo y entre todos se la brindamos.
Jhon, de cinco años es el mayor de sus hijos… “Saludos a mi mamá, a mi papito, a mi tía”, dice mientras acerca su rostro al lente de la cámara de televisión en un arranque de travesura inocente. Cuando intento saber más de su padre, me mira con furia cerrada y se aparta.
Uno de sus amiguitos se muestra amigable y cuando le pregunto por su mamá de inmediato responde: “Esta lavando ropa onde mi madrina”. Muchas mujeres se dedican a este oficio, lavan ropa ajena dos o tres veces seguidas porque el gas desciende en forma de polvo y viaja con el viento para asentarse en las prendas tendidas al aire libre.
-¿Y tú papá donde está?
-Se fue con una mujir –responde con una ligera pero tierna sonrisa.
-¿Extrañas a tu papá? ¿Piensas mucho en él?
-No, él mi pigaba mucho, no lo quiro- y se va corriendo con sus amiguitos tras la pelota.
LA GRAN CULPABLE
La mayoría de los pobladores señalan a los “vidios” como la generadora de todos los males sociales. Razón no les falta. Los oroínos llaman “vidios” a una mezcla de discoteca con video pub. De ahí el nombre. Los bares de mala muerte han proliferado. Especialmente en las calles estrechas de la zona denominada La Oroya Antigua.
La atracción no son los vídeo clip que se repiten sin fin en improvisadas pantallas de televisores antiguos. Más bien son los grupos de coquetas damiselas que se “roban” literalmente el show.
El sueldo que ganan los obreros de las grandes empresas que laboran en la zona, es atractivo para cualquier trabajador de la capital, pero insuficiente para los oroinos si se toma en cuenta los riesgos que enfrentan en materia de salud. La paga es de casi mil dólares mensuales.
Al caer la noche los obreros, cual presidiarios recién liberados con dinero en sus bolsillos se sumergen en un mundo de éxtasis. Lo hacen cada quince días. Se envuelven en un collage de besos pintados, de carmines intensos con abrazos de seda a cambio de varios soles. Se ahogan en litros de cerveza para terminar flotando en ron hirviendo.
Poco les importa en ese instante sus esposas e hijos que esperan en casa. Sus sueldos de cada quincena, que ganaron con tanto esfuerzo, se disuelven entre los dedos.
Algunos moradores señalan que la asistencia a esos centros ya ha cobrado un par de víctimas mortales luego de una encarnizada gresca a cuchillo limpio para quedarse con el amor de las mujeres de los bares.
A LA ESPERA.- Complejo Metalúrgico a cargo de Doe Run

A LA ESPERA.- Complejo Metalúrgico a cargo de Doe Run

 

INCURSIÓN NOCTURNA
Decididos a ingresar al mundo de los “vidios” nos alistamos provistos de una pequeña cámara de video. Nos internamos en las calles angostas y laberínticas, buscando reconocer primero el territorio.
Son varias los locales adornados con avisos luminosos de nombres sugerentes. Los chicos se van reuniendo las esquinas. En una parte de la vereda, una fila de jovencitas ingresan presurosas a una casa que recién abre sus puertas. Apenas son las seis de la tarde, pero ellas corren como si tuviesen que marcar tarjeta.
“Copacabana” fue el local elegido. Al interior está arreglado con esmero. Una estatua de mármol de una mujer desnuda cubre con disimulo un madero, que hace de columna principal que soporta el techo recargado de luces de colores. La luz es tenue, perfecta para ocultar los rostros de las “amadas” señoritas.
Lo que salta a primera vista, son las siluetas de cuervas muy bien pronunciadas adornando la barra que conversan entre si. Sus miradas de refilón, sirven para hacer una selección previa del parroquiano al que van a atacar con sus infalibles armas de seducción.
La música suena y a la cuenta de tres, todas en simultáneo se dirigen a las mesas de los parroquianos. No hay cruce de palabras. Ellas estiran las manos y toman del brazo al elegido. Luego empieza el movimiento cimbreante muy tentador de caderas carnosas, el resto depende del cliente.
Después del primer baile como quien no quiere la cosa, los mozos sin reparos vuelven a llenar los vasos de cerveza y de “calentito” -trago a base de té y aguardiente- sin autorización de los clientes. Al tiempo que se acercan a las féminas para susurrarles al oído que son ellos –los incautos- y no ellas los que deben tomar todo el trago posible.
La noche transcurre y nuestro equipo llena su memoria de fotos y vídeos haciendo su trabajo de cámara oculta. Hasta que una de las niñas que bailaba sola en medio de la pista se acerca a nuestra mesa. Se sienta y pide que le invitemos un trago. Sin despertar mayor sospecha, la entrevista se inicia.
Se hace llamar Sandra, dice tener 19 años, pero en realidad está a punto de celebrar sus 17. Su madura figura la ayuda aparentar de más edad. Acaba de llegar de Huánuco y sus padres creen que está en Lima, alojada en la casa de un familiar preparándose para ingresar a la universidad.
Pero la verdad es otra, una amiga la ánimo para ir a La Oroya a trabajar en una pollería. Al llegar no existía trabajo alguno en la dichosa y soñada pollería. Lo que encontró fue a otras chicas traídas con el mismo cuento, hacinadas en un solo cuarto para recibir la oferta laboral de bailarina de cantina para finalmente recibirse como mujerzuela.
–Dime –mientras la música martillea los cerebros– ¿Qué hace una chica como tú, tan bella por estos lares? ¿No sería mejor que estés, quizás estudiando?
–Quiero ser secretaria –interviene sin perder tiempo– Me han hablado que es la carrera del futuro –sentencia muy convencida.
–Y por qué no estás estudiando entonces? –No tengo plata y mis papas tampoco. Voy a juntar dinero y me regreso a Huánuco.
–¿Y si antes viene un hombre con plata y te quiere llevar, te vas con él?
–No sé –responde entre risas y se toma el rostro con las manos que luego las desliza suave por la frente– quizás lo siga, quién sabe. Todo es posible –añade.
–Pero debes ganar bien en este trabajo –le digo.
–Más o menos, no me quejo –el timbre de su voz suena a resignación.
–¿Me da la impresión que esto te gusta?
–La verdad que al principio no me gustaba, pero se conoce mucha gente y ya me empezó a gustar –responde levantando más la voz para no ser reducida por el volumen de la música a punto de romper los tímpanos.
–¿Tienes enamorado?
–Sí –se queda callada por unos instantes–. Él también cree que estoy en Lima, me comunico sólo por Internet para evitar problemas. Su mirada es fija por instantes como fotografiando nuestros rostros. Luego los combina con miradas sugestivas. Se mira las manos que lucen tersas, con uñas pintadas con esmero, pues lleva un diseño. Luce además un par de pulseras de cuerito, color verde. Se acomoda el cabello lacio hacia el hombro izquierdo con ligeros mechones rubios. Ahora la que pregunta es ella.
–¿Por qué tantas preguntas, acaso ustedes son periodistas?
–Sí lo somos –le respondo con aplomo– ella rompe en carcajadas. No me creyó.
De pronto el dueño del local emite un fuerte silbido, bastante agudo. Sandra gira de inmediato el rostro hacía la barra. El hombre le hace una señal como diciéndole. Si no estas tomando acercarte a otro y ponte a bailar. Ella se retira en el acto sin decir nada y nosotros emprendemos el camino hacia otro punto.
SEGUNDA PARADA
La ciudad ha crecido y con ella sus vicios y problemas. La Oroya Nueva, llamada así por sus modernas construcciones alberga otro de los problemas de la ciudad: Los Night Club.
Para llamar la atención de sus potenciales clientes, los dueños de estos locales contratan a bellas y espigadas adolescentes. Mucho más guapas que las chicas de la Antigua Oroya.
Estas mujeres son de piel blanca de preferencia. De porte llamativo. Se exhiben en plena vía pública desde de la media noche. Sus ropajes muy por el contrario del resto de los mortales del lugar y sobretodo durante las noche dejan muy poco para la imaginación.
Las carnes con pinceladas de escarchas se ofrecen con total naturalidad y al mejor postor. No les importa el clima polar que arrecia las noches y los amaneceres.
Las mujeres de los Club de la Noche se defienden con un fogón artesanal colocado a un lado de la puerta de ingreso. El calor que irradia desde esos barriles es tan acogedor que se puede prescindir de algunos ropajes.
El precio de la cerveza y de todos los licores se eleva al doble. El consuelo del parroquiano “calentón” es que se entretiene con la chica que elige. Abrazándola como pulpo a su presa durante el tiempo que dura el trago en la jarra o en la botella. Deslizando las manos peludas por los pliegues de las damiselas que se esfuerzan por no excitarse. Y teniendo presente siempre que no existe posibilidad de enamorarse de sus afiebrados galanes de turno.
Un diminuto sofá es mudo testigo. Si el cliente quiere mayor privacidad y está dispuesto a pagar algo más, existe un ambiente en el fondo de la casa. Pequeños cubículos listos para la sesión amatoria al paso.
El movimiento arranca cerca de la una de la mañana. Es imposible no advertir la presencia de esa zona rosa, ya que están estratégicamente ubicada, justo a la entrada de la ciudad.
Los vecinos están cansados de tantos escándalos y del bullicio en las calles. Se rindieron hace mucho y ya no les queda fuerzas de seguir en la batalla para que el municipio les haga caso.
ZONA VIP
De seguro alguien se preguntará pero, ¿a dónde va la gentita “pipiri-nice”? ¿Dónde se divierten los jefes, los gerentes de las empresas que operan en la zona? ¿Dónde se divierte la gente VIP de La Oroya?
Los pobladores dicen que los hombres fuertes tienen un lugar exclusivo –no es cualquier local “pichiruchi”– en un sitio no muy lejano del centro de la ciudad. Está perfectamente camuflado en la falda de uno de los innumerables cerros. Los envidiosos aseguran que durante las noches se relajan bajo el calor corporal de “gatitas” contaminadas.
Nadie en la población en su sano juicio se atreve a revelar la ubicación del “huarique”. Tienen temor a perder la ayuda social que reciben de las empresas que operan en el lugar.
Y así dejamos La Oroya con más interrogantes que respuestas. La elección es siempre injusta: la salud o la supervivencia económica. La familia o las mujeres de los “vidios”.
Ojalá en un futuro, La Oroya llegue a ser la ciudad de cielos clarísimos que los niños dibujan y pintan en sus inocentes concursos colegiales. Ojalá la señora Magda y sus tres hijos, encuentren consuelo y superen los traumas del abandono del esposo y del padre.

26 Responses to Sexo en la capital metalúrgica de América

  1. Magnolia Trujillo dice:

    Hola amigo, me agrada tu trabajo y como escribes pero la verdad es que no creo que ese lugar vuelva a ser como antes, tal vez en algun tiempo fue un paraiso pero ahora se está secando y no parará hasta que no quede nada que sacarle a las piedras.

    Que tengas mucha suerte.

  2. Jesús dice:

    La Oroya… tan cerca y alejada a la vez con el descuido. Entretenida historia y real por su puesto.

    Saludos

    • Gianni dice:

      Lo que ocurre en La Oroya como en otras partes del Perú, muchas veces no se conoce, pero es una realidad que convive entre nosotros incluso en Lima
      Saludos

  3. Gladys dice:

    Felicitaciones. Sin duda un interesante panorama de lo que sucede en La Oroya que nos permite conocer la realidad de cada provincia. Bien por la difusión de información regional.

  4. Priscila dice:

    Curiosa historia que no hace mas que reflejar la cruda realidad en la que está envuelta nuestro país, pues no olvidemos que Lima, al igual que muchas de nuestras provincias, tambien está plagada de mujeres abandonadas, hijos regados,trabajadores explotados y resignados,contaminación y burdeles encaletados.
    Sigue adelante.
    Saludos

  5. Angie dice:

    hola amio, interesante ese reportaje de La Oroya, quien se iba a imaginar tales historias por ahi, esos papaes, están en todo lugar ojala que esas mujeres y sus hijos salgan adelante……
    Excelente hombre zeta Gianni, escribes muy bonito……..Espero q todo te vaya bien
    Angie Rios Arcela

  6. Sofia dice:

    Bueno me gusto muy peculiar, jeje…como empezaste la lectura no puedo creer que exista prostitución en ese lugar con tanto frío me muero quitarse la ropa a esa altura creo que terminaría virgen…jejej…bueno si retrocedo 18 años jajajaj…

  7. jose david dice:

    Este comentarios que hicieron acerca de la ciudad de La Oroya es el cincuenta por ciento falso, mira amigo es cierto que las autoridades no se preocupan por la ciudad pero tambien es cierto que existen videos donde la gente masculina mayormente se divierten pero todo esas cosas sucede en las ciudades donde existe la mineria y es falso que hablamos de esa manera que esta escrito
    la ciudad es cosmopolita y siempre habran personas que hablan de esa naturalesa como tambien de otras formas
    yo les pediria que en ves de criticar a la ciudad por que no ponen alternativas como solucionar
    ademas te dire que soy una persona que tengo 34 y soy oroino de nacimiento y te comentare que siempre me hago mis analisis de sangre y nunca me dijeron los medicos que estoy emplomado
    eso de la contaminacion es totalmente falso por que mis padres y hermanos y mi persona no esta contaminada de plomo como se dice.
    Es cierto que hay videos que funcionan donde trabajan señoritas pero esas personas fueron traidas de otros lugares y te diré que el mayor responsable es la persona que concurre ahi en esos videos y además como te repito en donde hay una empresa minera siempre habra videos o tal ves cantinas donde es la unica diversión o tal vez un tiempo de relajo para muchas personas que trabajan en el centro metalurgico.
    Acerca de la señora que es madre soltera te diré que asi como ella hay muchas mujeres que son madres solteras por el motivo que ellas mismas tal vez no hayan terminado la secundaria completa o tal vez les gusta la vida facil.
    Porque les digo eso por que muchas mujeres de esa condicion supuestamente tienen una relacion con un obrero pero no saben si esa persona es casado o soltero y cuando cumplen su tiempo de contrata de trabajo ahi es donde se van a su lugar de origen los obreros y dasen cuenta que esa persona puede ser casado o soltero
    Y también les digo que la ciudad de transito para huancayo asi como para la selva pero como les digo en ves de criticar por que no se preocupan de dar soluciones para que mejore la ciudad
    mi numero de celular es 064964780430 mi nombre es jose calderon peña y por favor ya no critican a la ciudad si desean conversar pueden llamar y con gusto tendria una conversación.

  8. Zinnia dice:

    Hi, me encantó tu crónica, tu forma de contar la historia y haberla vivido en un lugar tan contaminado en donde es dificil creer que la gente quiera quedarse a vivir. Me gustaría leer más cosas tuyas, tendrás novelas?, cuentos?… sigue escribiendo y espero conocerte algún día.
    Besitos

  9. Juan dice:

    Yo tambien vivo en la Oroya y aqui te digo que mucha gente con tal que le des plata le llega un pepino la contaminacion y prueba de ello esta en uno de los comentarios…pero en esta epoca de crisis ya el asunto se calmo…pero antes si que habia en demasia prostitucion….ojala no existiera tanto oroino fiel al dinero de doerun que lo defienda de la contaminacion

  10. Rocio dice:

    Buen Tema Gianni. Es bueno poner estos temas sobre el tapete, La Oroya no solo es contaminación sino también la pobreza y la falta de oportunidades que se ven reflejados en la prostitución.
    Saludos
    Rocio

  11. Sergio dice:

    Hola, no he tenido la oportunidad de conocer dicha ciudad, pero si me consta que la prostitución ocurre en todas las ciudades, lo que me da lástima es que las autoridades no hayan hecho nada por la Oroya que ha venido siendo contaminada no sólo por Doe Run sino desde la epoca que existía Centromin, y ahora que hay una posibilidad de reducir los niveles de contaminación se le cierre las puertas a una empresa que quiere cambiar las cosas, el problema está en la gente que no quiere ser reubicada… continua escribiendo, me gusta tu estilo.

  12. Gaston dice:

    Compare muy chevere la cronica, de verdad que bien escrito. Mucho exitos en esta nueva etapa.

    Que pena que las empresas privadas no cuiden el medio ambiente y no tengan una cara social que ofrecer al lugar que los acoge, espero que el gobierno haga mas al respecto. Veamos en que queda el problema con Doe Rum

  13. alberto dice:

    bien por la cronica soy de la ciudad de la oroya me gusto la historia pero en realidad la mayoria de las personas no hablan con el lenguaje que escribes lo de la prostitucion es cierto como en toda ciudad minera recuerden que la oroya es una fuente de trabajo e ingreso para el estado busquemos soluciones

  14. raul dice:

    Hola, muy buena la cronica, hace unos días estuve por La Oroya de paso, ahi estaba el Copacabana, La ilusión, El extasis en la calle japón y otros videos en La Oroya antigua.
    Lastima una ciudad con tantos recursos no tenga ni servicios, a veces no hay agua en los restaurantes pa lavarse las manos o ir al baño.

    La falta de oportunidades, empleos y educación se ven reflejados en los videos y en los burdeles ahi puedes encontrar chicas de todas partes del Perú, del centro y de Lima y lastima que van pediendo su jueventud son las victimas de la malas políticas de los gobiernos del Perú.

    Sldos.

  15. ion dice:

    porque no hablas pendejo que te tiraste a una y despues escribes cabronaso que bas a sacar escribiendo esa huevada si en todo el mundo es igual idiota…y los oroinos no dicen vidio idiota alo menos que has ido a la puna de hay no escribas tonterias y preocupate de escribir otras cosas mongol

  16. Patricia dice:

    Felicitaciones Gianni,enganchas al lector.
    Sería interesante investigar la incidencia de VIH en las «ciudades mineras»,no sólo es un problema social tanta ignorancia,sino un problema de salud pública.
    Es la cultura tercermundista en su máxima expresión,con las mujerzuelas baratas y los ebrios nauseabundos; todo un legado a la niñez oroyina.

  17. jorge dice:

    La verdad estoy desilusionado con la persona que escribió esto soy oroino y todo lo que dice es falso
    claro que existen centros de diversión pero no como lo relatan tremenda mentira.

  18. saulakiro dice:

    si muchachos es cierto espero que tambien te des cuentan que esto sucede en todo el Peru sino que nadie lo dice

  19. luis dice:

    muy cierto tu comentario amigo vivo en oroya y no solo ese problema es en oroya sino en todo sitio minero – metalurgico por ejemplo en cerro de pasco la cosa es peor videos que atienden las 24 horas ademas como comentario tantos hogares destruidos por estas señoritas trabajadoras en oroya .lo que hace falta es pensar que hacer con la juventus y niñez de oroya por ejemplo mas incentivo al deporte cosa que no existe ya que ninguna autoridad se preocupo …claro ejemplo el papa en la cantina la mama en la calle lod hijos mayores en el video y los mas pequeñoe en los internet o pimbals

  20. Johann dice:

    Muy buena cronica ,naci en La Oroya pero radique literalmente en Lima .Hace un mes que fui a mochilear x esos lares y creeme que todo lo que narras es cierto , y esto va en crecida ya que hay una nueva mina que esta en proceso de construccion , queda en Morococha ,recordemos que donde hay progreso crece la prostitucion y delincuencia a y las drogas tmbn ,soy un fumeta de mota y la busque y nada q ver ,lo que si me tope fue con la pasta naa q ver con eso .SUERTEE

  21. robher dice:

    hola es cierto q en la oroya existe mucha perdicion debido a sus malas autoridades q no se preocupan por su desarrollo cultural . en ves de preocuparse por una oroya mejor son los unicos atores, consentidores y responsables de las cosas q suceden en dicha cuidad…

  22. Walter dice:

    Hola comentaristas, La Oroya, ahora es una ciudad q, crece a pasos agigantados, por el gran proyecto de toromocho y a la vez, atrae a gente de todo nivel, los locales nocturnos existen en todo las ciudades del pais y no solo en la oroya como algunos analfabetos mencionan, la contaminación se redujo a un 80% desde q, doe run, paralizo sus operaciones por el tema del pama, en los ultimos 2 años, llegaron a trabajar 8 mil trabajadores a la empresa chinalco, es una gran oportunidad, la pobreza aun se esta paliando aunq, no en su totalidad, pero hay mas oportunidades q, huancayo,tarma,lima,pasco, y si no crees visita, curipata, yauli, carhuacoto. y luego espero tu comentario……….

  23. david claros dice:

    Al gil que escribio sobre la Oroya primero la mayoria de la gente no habla como lo escribes tu, pendejo y segundo la cacheria esta donde esta el dinero o dime que en tu cuidad no hay chongo y la chica con la que hablaste no te dijo que era de huanuco? yo vivi 8 años alli pero nunca me tire a una ruca porque hay oroinas ricas los jiles que gastan su dinero alli, son justo los que como tu de sapo van a ver lo » vidius» y allli se queman
    por ganarte un sencillo hablas huevadas otro dia indaga mejor periodista de pacotilla.

  24. luis Miguel dice:

    Es admirable el acento descriptivo y a la vez muy conmovedor ese modo de vida, lamentablemente es la realidad de aquella ciudad como el de muchos otros y el origen de este problema es la poca «educación» que se recibe, la solución no es fácil, pues el sistema se «inclina» mas al régimen del gobierno oculto.

  25. Having read this I believed it was extremely enlightening.
    I appreciate you spending some time and energy to put this short article together.
    I once again find myself personally spending way too much time both
    reading and commenting. But so what, it was still worthwhile!

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